Queríamos iluminar el camino de la vida de Martín con una vela especial, con su vela bautismal, y este fue el resultado, sencilla y elegante:
Al llegar al restaurante, sobre el plato de cada comensal, le esperaba una dulce galletita para darles la bienvenida, y agradecer el haber compartido con Martín un día tan especial:
A la hora de entregar los recuerdos, los niños se llevaron algo muy personal, para los mas pequeños que mejor que unas ricas chucherías, que es lo que más le gusta...
Y para los niños, no tan niños otro recuerdo especial, estas pequeñas galletitas en fila que formaban el nombre del protagonista del día: MARTÍN
¡¡¡Espero que os hayan gustado!!!
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